La selección europea gano 0-1 y completó sus primeros tres puntos en el
torneo.
Japón estará
en octavos de final del Mundial por
el Juego Limpio. Sólo por haber recibido menos tarjetas
amarillas que Senegal en los tres partidos,
porque la táctica suicida de su entrenador, que cambió a más de medio equipo
para este partido, a punto estuvo de costarle caro.
Perdió Japón contra Polonia, por un remate de cabeza de Jan Bednarek, y los 'Samurais azules' aguardaron
unos angustiosos minutos el resultado de Samara, donde Colombia le iba ganando a Senegal también por 1-0. Al confirmarse,
respiró Akira Nishino, entrenador japonés.
Porque, pese a la necesidad de lograr un punto para
asegurar los octavos de final, el técnico nipón dejó en el banquillo a Inui y Harebe, por el
riesgo de que una amarilla los impidiese jugar fuera de la siguiente ronda, y
refrescó su equipo con otros cuatro cambios.
De pronto, Japón, que llegaba a
la tercera jornada convencido de estar prácticamente clasificado se encontró
casi eliminado. Y a la desesperada, Nishinodio entrada
primero a Inui y luego a Hasebe, pero no cambió mucho el panorama.
Si acaso para ofrecer a Polonia espacios para correr el contraataque y,
con ello, demostrar que éste no es el torneo de Lewandowski.
Solo desde el centro del área, el delantero del Bayern envió
a las nubes un buen balón puesto desde el lateral por Grosicki, en la mejor ocasión del segundo tiempo.
Expuesto a que otro gol le dejase fuera, Japón vivió con angustia hasta el pitido final,
mientras Polonia aseguraba una victoria que maquilla en
algo su pésimo torneo y Lewandowski abandonaba
el campo otra vez contrariado. Sin estrenarse en un Mundial.
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