Los encuentros entre Brasil y Colombia hace tiempo que no son un partido más. Ambos se han convertido en enemigos íntimos y en el duelo de este martes volverá a haber mucho en juego: tres puntos capitales en el apretadísimo premundial sudamericano y un resurgir que nadie quiere romper.
El de la pentacampeona
del mundo, hundida desde hace dos años en la fase más oscura de su historia,
llegó hace poco más de dos semanas. Con el éxtasis del oro olímpico en el
Maracaná, la Seleçao se reencontró con la ilusión perdida y, por el camino, con
una afición que se había divorciado de su equipo a golpe de decepciones.
Luego vendría la
victoria ante Ecuador el jueves (3-0) en el estreno de Tite, una nueva señal de
que, quizás, ya haya pasado lo peor.
Aunque el juego de
Brasil, sobre todo en la primera parte, no fue brillante, de la goleada en
Quito, el nuevo seleccionador se llevó no sólo un importantísimo triunfo que
pone a Brasil quinta, en puestos de repechaje para Rusia, sino a un Neymar
recuperado para la causa y el despertar de un diamante en bruto, el joven
Gabriel Jesús.
Ante el éxito del debut,
Tite podría repetir fórmula ante Colombia, con los ojos de todo el país sobre
su pizarra.
“Tenemos una forma de
jugar, correcta o errada (…). Habrá momentos en que estaremos atacando y el
balón va a volver, rodar. Intentaremos buscar la mejor forma de llegar al
arco”, expresó el DT, que dará el brazalete de capitán a Daniel Alves.

Neymar volvió a celebrar
un gol con la “amarelinha” en la victoria en Ecuador, con un penal que
consiguió Gabriel Jesús, el atacante de 19 años que se unirá al Manchester City
en enero.
Hacía casi 12 meses que
la estrella del Barça no marcaba con Brasil, arrastrado por un ciclo negativo
del que ni él, la única esperanza entre las ruinas, se había salvado.
En el último año, Neymar
se mostró descentrado y nervioso vestido de amarillo, especialmente después de
su polémica suspensión por cuatro partidos tras ser expulsado ante Colombia en
la Copa América de Chile.
Era su segundo
encontronazo con los cafeteros, después del tenso partido de cuartos de final
en el Mundial, donde el ídolo salió en camilla, el colombiano James Rodríguez
acabó llorando y Brasil ganó su último partido antes de la debacle ante
Alemania.
El tercer capítulo de la
saga llegó hace menos de un mes cuando se cruzaron de nuevo en otro duelo
crispado por un lugar en la semifinal olímpica, que acabaron llevándose los
locales.
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