
Casi un
año después que el presidente Juan Manuel Santos ordenara una comisión
presidencial para reestructurar la Policía, luego de los escándalos en que resultó envuelto el general Rodolfo
Palomino, exdirector de
la Institución, este martes 21 de marzo, se conocieron las conclusiones que no
enfatizaron en los hechos ocurridos en 2016 sobre la “Comunidad del
Anillo”.
Será una Policía volcada a cuidar a los
colombianos, una institución centrada en atacar la delincuencia
común, una de las nuevas amenazas después de desaparecidas las Farc como
guerrilla.
960 nuevos uniformados irán destinados, exclusivamente, a las zonas rurales y 500 nuevos campesinos
serán incorporados a la institución, según el presidente
Santos.
En
adelante, la Policía contratará con más civiles en labores administrativas y así lograr que los uniformados que
atienden estas oficinas salgan a las calles y refuercen la seguridad.
500 policías que prestaban
servicios de escoltas a personalidades del país ya no lo hacen. Y terminarán en las calles reforzando la seguridad de los
colombianos.
La
Inspección General de la Policía (que vigila el comportamiento de los
uniformados) contará, ahora, con control del Ministerio de Defensa y la Procuraduría General de la Nación
para garantizar celeridad e imparcialidad en los procesos de investigaciones
internas.
"Será
una Policía que tendrá más uniformados en la Policía de Turismo e Infancia y
Adolescencia", dijo Santos.
Aunque se
esperaban decisiones y medidas para evitar hechos como los ocurridos con la “Comunidad del
Anillo”, esto no ocurrió.
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