Al mejor estilo de la primera cruzada – de ocho –
del siglo XI, convocada por el Papa Urbano II, con el propósito de recuperar
Jerusalén, que había caído en manos de los turcos, los uribistas emprendieron
una campaña nacional denominada “Queremos consulta popular” con la que buscan
incentivar a la ciudadanía a exigir se implemente este mecanismo de
participación ciudadana para conocer si aceptan o no, los territorios definidos
como zonas de despeje para la dejación de armas de las Farc.
El primer territorio que los integrantes del Centro
Democrático – partido opositor al gobierno Santos – esperan rescatar de las manos
turcas, o mejor de la extrema izquierda Castro-Chavista, es la vereda Carrizal,
nordeste de Antioquia, una de las zonas destinadas para la concentración de
guerrilleros que se desmovilicen con la firma de la paz, y donde operan los
frentes cuarto y 37 de las Farc, el primero de ellos, es uno los principales
brazos de financiamiento de la unidad sur del bloque Magdalena.
Al igual que la primera cruzada, también conocida
como “La Cruzada de los pobres” que fue dirigida por Gualterio sin Haber
(Walter el indigente) y Pedro el Ermitaño de Amiens, la del uribismo sangre
pura, tiene sus dolientes y es liderada por el senador Alfredo Ramos Maya y el
representante Federico Hoyos.
Sobre el particular el senador Ramos, expresó “es
increíble que esta ciudadanía, que ha sido víctimas de las Farc durante mucho
tiempo ahora tenga aquí a sus victimarios, los criminales de las Farc que los
han venido amedrentando, extorsionando y usando sus tierras para hacer minería
criminal y para ejercer el narcotráfico como la actividad ilícita de generación
de ingresos”.
Así mismo su fiel escudero, el representante Hoyos
señaló en su columna publicada en el portal Web http://www.losirreverentes.com/
que: El gobierno ha sido sordo frente a las críticas, no solo del Centro
Democrático, sino de miles de colombianos que tienen reparos frente a lo que se
está negociando y la forma en la que se ha hecho. A pesar de ello, se ha
empeñado en avanzar con más concesiones a las FARC que a sus críticos.
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