La unión que se percibe en el equipo colombiano
es la misma de los aficionados que esperan la
clasificación al Mundial. FOTO ARCHIVO EFE
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La misión del equipo que ahora dirige José Pekerman es sacar la casta, mostrar jerarquía
y responder a ese apoyo incondicional de todo un país que aspira a verlo por
sexta vez en el Mundial, luego de sus participaciones en Chile-1962, Italia-90,
EE. UU.-94, Francia-98 y Brasil-2014.
Solo dos veces, en 1997 y 2013, el conjunto
nacional ha asegurado el tiquete de manera anticipada (penúltima jornada) al
torneo de la Fifa, pues en las demás tuvo que esperar hasta la última fecha,
incluyendo el cupo para el repechaje contra Israel (1990).
Además de la “paciencia” que les pidió Falcao a los
aficionados para evitar la presión y el desespero, será necesario hacer un buen
juego y mostrar un fútbol superior al exhibido en las últimas dos fechas ante
Venezuela (0-0) y Brasil (1-1).
Pero, sobre todo, Colombia necesita recuperar su
fortaleza en casa, la misma que extravió en recientes presentaciones en el
estadio Metropolitano contra Brasil (1-1), Chile (0-0) y Uruguay (2-2).
Pekerman habló ayer en rueda de prensa y en
relación con los antecedentes que le dan una leve ventaja a la visita en duelos
premundialistas (ver infografía), dijo que las estadísticas no juegan: “El tipo
de partidos de estas eliminatorias son bastante cerrados”.
Recordó que este no será un duelo fácil, “que el
público no piense que es un partido sencillo y que le vamos a pasar por encima
a Paraguay”. No dio señales de la formación titular, aunque muchos esperan ver
a Teo de inicialista. Lo mejor es que la Tricolor depende de sí misma. Le
quedan dos fechas para ratificar la campaña que la tiene en el tercer lugar de
la Eliminatoria con 26 puntos y, este jueves, ante un rival que se juega la
vida, puede dar el último paso hacia Rusia..
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