martes, 20 de febrero de 2018

LOS BIENES INCAUTADOS A LAS FARC POR $650 MIL MILLONES NO HABÍAN SIDO REPORTADOS PARA REPARAR A LAS VÍCTIMAS

La Fiscalía General de la Nación confirmó que los bienes valorados en cerca de 650 mil millones de pesos incautados a la exguerrilla de las Farc y y que fueron objeto de extinción de dominio, no habían sido declarados o reportados por los cabecillas para reparar a las víctimas como lo estipuló el acuerdo del fin del conflicto.
Las propiedades de las exFarc, casas de recreo en los llanos colombianos, semovientes y sociedades comerciales en 23 municipios de seis departamentos colombianos, así como una red de supermercados estaban en manos de testaferros, la familia Chaux González y los hermanos Mora Urrea, 3 de los cuales fueron capturados en la operación.
El proceso se realizó luego de varios meses de investigación y de un exhaustivo trabajo de campo para el que fue fundamental la colaboración del Ejército Nacional, la Fiscalía General de la Nación.
Los bienes que estaban en manos de la familia Chaux González eran de propiedad de alias el Negro Acacio.
Gracias a los testimonios de desmovilizados de la antigua guerrilla de las FARC, la Fiscalía General de la Nación adelantó una investigación que permitió identificar una red de testaferros de dicha organización, que remonta sus orígenes a la antigua zona de distensión del Caguán.
En el centro de esta red se identificó a los propietarios de la cadena de Supermercados SUPERCUNDI, MERKANDREA Y MERCAFUSA, que suman 60 locales comerciales en Bogotá, Cundinamarca (Chía, Cota, Fusagasugá, Facatativá, Girardot, La Calera, Madrid, Mosquera, Silvania, Soacha, Tibacuy, Tocainía y Villeta), Tolima (Espinal, Lérida, Melgar y Saldaña) y Quindío (Armenia y Calarcá).
Los hermanos NORBERTO, LUIS ALIRIO, URIEL Y EDNA YANETH MORA URREA, se habrían prestado para fungir como dueños de estos supermercados que, en los años noventa, eran propiedad de un empresario cundinamarqués que fue víctima de secuestro, además de aparecer como propietarios de otras sociedades que llamaron la atención por su rápido e inexplicable crecimiento económico.
Los testimonios recogidos en la investigación, permiten remontar la relación de esta familia con la entonces organización insurgente a épocas anteriores a la zona de distensión del Caguán. De hecho, la señora María Ana Bertilda Urrea de Mora, madre de los dueños de los supermercados, fue reconocida como amiga cercana de alias el Mono Jojoy.
Las evidencias dan cuenta de que NORBERTO MORA URREA y su hermano LUIS ALIRIO MORA URREA, frecuentaban los campamentos de los frentes 51,53 y 55, y de la compañía móvil Abelardo Romero de las FARC. Asimismo, LUIS ALIRIO MORA URREA habría estado encargado de entregar a la guerrilla la información necesaria para identificar personas que pudieran ser víctimas de secuestro extorsivo en el centro del país.
Los supermercados, que habrían servido como red de abastecimiento para la insurgencia, al tiempo que servían como fachada para el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, se caracterizaban por presentar productos con precios muy por debajo del valor comercial al que eran ofrecidos por el comercio legal.


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