La Fiscalía General de la Nación
confirmó que los bienes valorados en cerca de 650 mil millones de pesos
incautados a la exguerrilla de las Farc y y que fueron objeto de extinción de
dominio, no habían sido declarados o reportados por los cabecillas para reparar
a las víctimas como lo estipuló el acuerdo del fin del conflicto.
Las
propiedades de las exFarc, casas de recreo en los llanos colombianos,
semovientes y sociedades comerciales en 23 municipios de seis departamentos colombianos,
así como una red de supermercados estaban en manos de testaferros, la familia
Chaux González y los hermanos Mora Urrea, 3 de los cuales fueron capturados en
la operación.
El proceso se realizó luego de varios
meses de investigación y de un exhaustivo trabajo de campo para el que fue
fundamental la colaboración del Ejército Nacional, la Fiscalía General de la
Nación.
Los bienes que estaban en manos de la
familia Chaux González eran de propiedad de alias el Negro Acacio.
Gracias a los testimonios de
desmovilizados de la antigua guerrilla de las FARC, la Fiscalía General de la
Nación adelantó una investigación que permitió identificar una red de
testaferros de dicha organización, que remonta sus orígenes a la antigua zona
de distensión del Caguán.
En el centro de esta red se identificó
a los propietarios de la cadena de Supermercados SUPERCUNDI, MERKANDREA Y
MERCAFUSA, que suman 60 locales comerciales en Bogotá, Cundinamarca (Chía,
Cota, Fusagasugá, Facatativá, Girardot, La Calera, Madrid, Mosquera, Silvania,
Soacha, Tibacuy, Tocainía y Villeta), Tolima (Espinal, Lérida, Melgar y
Saldaña) y Quindío (Armenia y Calarcá).
Los hermanos NORBERTO, LUIS ALIRIO,
URIEL Y EDNA YANETH MORA URREA, se habrían prestado para fungir como dueños de
estos supermercados que, en los años noventa, eran propiedad de un empresario
cundinamarqués que fue víctima de secuestro, además de aparecer como
propietarios de otras sociedades que llamaron la atención por su rápido e
inexplicable crecimiento económico.
Los testimonios recogidos en la
investigación, permiten remontar la relación de esta familia con la entonces
organización insurgente a épocas anteriores a la zona de distensión del Caguán.
De hecho, la señora María Ana Bertilda Urrea de Mora, madre de los dueños de
los supermercados, fue reconocida como amiga cercana de alias el Mono Jojoy.
Las evidencias dan cuenta de que
NORBERTO MORA URREA y su hermano LUIS ALIRIO MORA URREA, frecuentaban los
campamentos de los frentes 51,53 y 55, y de la compañía móvil Abelardo Romero
de las FARC. Asimismo, LUIS ALIRIO MORA URREA habría estado encargado de
entregar a la guerrilla la información necesaria para identificar personas que
pudieran ser víctimas de secuestro extorsivo en el centro del país.
Los supermercados, que habrían servido
como red de abastecimiento para la insurgencia, al tiempo que servían como
fachada para el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, se
caracterizaban por presentar productos con precios muy por debajo del valor
comercial al que eran ofrecidos por el comercio legal.
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